29th October 2025
Cinco estrategias para implantar una cultura de aprendizaje continuo
La directora global de talento de Vallourec revela cómo el aprendizaje continuo puede fomentar la resiliencia en un mercado global volátil.
29th October 2025
La directora global de talento de Vallourec revela cómo el aprendizaje continuo puede fomentar la resiliencia en un mercado global volátil.

Con operaciones en más de 20 países, la empresa fabricante de tubos sin soldadura Vallourec es un ejemplo de la complejidad de la gestión global del talento. Más del 80 % de los empleados no son hablantes nativos de inglés y colaboran en Europa, América del Norte y del Sur, Oriente Medio, Asia y África.
En una entrevista para nuestro último informe, Véronique Junqua-Salanne, directora global de talento de Vallourec, destaca la importancia de crear una cultura de aprendizaje continuo y comparte consejos prácticos para que los responsables de RR. HH. lo consigan.
«La curiosidad y la capacidad de aprender y desaprender son esenciales. Es muy probable que lo que aprendimos en la escuela o la universidad ya no sea válido dentro de cinco años. El mundo está cambiando rápidamente y tenemos que adaptarnos continuamente, sin dejar de aportar valor».
Dado que el inglés es el idioma de trabajo de Vallourec, cualquier laguna en el vocabulario o la comprensión puede dar lugar a malentendidos y errores. Para solucionar este problema, Vallourec ha replanteado la forma en que se consideran las habilidades lingüísticas, posicionándolas como una herramienta fundamental. Como explica Véronique:
«El inglés es tu herramienta de trabajo para comunicarte con tus compañeros. Es tan importante como tu ordenador, tu teléfono o incluso tu coche. Sin él, no podrás desempeñar tu función».
La capacidad lingüística se ha integrado en los sistemas de desarrollo. En las entrevistas anuales sobre la carrera profesional, los empleados autoevalúan su nivel de inglés y sus aspiraciones de movilidad. Se da prioridad a la formación de aquellos que más lo necesitan, y se espera que los directivos permitan a los empleados aprender durante la jornada laboral.
Al integrar el idioma como infraestructura de comunicación de la empresa, Vallourec reduce los costes ocultos de la falta de comunicación, a la vez que abre vías de movilidad y refuerza su reserva interna de talento.
Aunque la IA se suele considerar un elemento disruptivo, Véronique ve su potencial para transformar la forma en que las personas aprenden a gran escala. El programa de formación lingüística de Vallourec incluye ahora juegos de rol basados en la IA que permiten a los alumnos practicar la expresión oral en un entorno sin presión.
«Creo sinceramente que la IA puede ayudar a mejorar el dominio del idioma al eliminar esa barrera inicial. Especialmente cuando se empieza desde niveles más bajos, no se tiene confianza, no se tienen las palabras, no se sabe cómo decir las cosas. La IA es una herramienta que no juzga y que puede ayudar a desarrollar la confianza mediante la práctica».
Según ella, esto supone un avance tanto psicológico como tecnológico. Al reducir las barreras emocionales que frenan a los alumnos, la IA puede perfeccionar las habilidades orales para mejorar la participación en reuniones y la colaboración transfronteriza.
Más allá del lenguaje, las simulaciones impulsadas por la IA también tienen potencial en otros ámbitos, desde las conversaciones de ventas hasta la retroalimentación sobre el rendimiento, lo que permite a los directivos ensayar interacciones difíciles en un entorno seguro.
A medida que la IA generativa transforma las industrias, muchas organizaciones asumen que reforzar las capacidades técnicas es la mejor forma de preparar a los empleados para el futuro. Sin embargo, investigaciones recientes ofrecen una perspectiva contraria. Un análisis de Harvard Business Review de 70 millones de transiciones laborales reveló que los trabajadores con una amplia base de habilidades fundamentales, como la colaboración, la adaptabilidad y la resolución de problemas, no solo adquirían nuevos conocimientos técnicos más rápidamente, sino que también avanzaban más en sus carreras y demostraban una mayor resistencia a las perturbaciones del mercado.
Para permitir una sólida colaboración y alineación de equipos más allá de las fronteras, las habilidades conductuales, incluyendo el idioma y la inteligencia cultural, son una parte clave de la estrategia de aprendizaje de Vallourec. Como explica Véronique,
«No se da feedback a alguien de Asia de la misma manera que a alguien de Estados Unidos o Brasil. Sin esa conciencia, ni siquiera un inglés perfecto garantizará que tu mensaje sea escuchado».
Vallourec ha puesto en marcha recientemente una iniciativa de inteligencia cultural entre equipos franceses y brasileños para superar las diferencias culturales que obstaculizaban en parte la colaboración. Un taller guiado y la firma conjunta de un acuerdo de trabajo restablecieron la confianza y la comunicación, lo que se tradujo en mejoras cuantificables en la cooperación. Para los directivos de Vallourec, la iniciativa piloto proporcionó pruebas tangibles de que las inversiones en habilidades conductuales básicas refuerzan directamente el rendimiento y la agilidad organizativa.
La formación formal es fundamental, pero Véronique destaca que algunos de los aprendizajes más poderosos se producen de manera informal. El coaching entre compañeros, la tutoría por parte de profesionales sénior y la reflexión sobre los proyectos desempeñan un papel importante a la hora de integrar el aprendizaje en el tejido de la empresa.
«Estoy convencida de que la mejor y más rentable experiencia de aprendizaje proviene de la base, del intercambio con los compañeros y de los comentarios que se reciben. Es la combinación de la formación formal, con modalidades ajustadas, las oportunidades de aprendizaje ágil en el ámbito digital (formatos interactivos breves), el aprendizaje a partir de la experiencia de otros y los comentarios que recibes de tu superior, tus compañeros o los miembros de tu equipo lo que hace que el aprendizaje sea mucho más eficaz».
Para mantener un alto nivel de compromiso, las modalidades también están evolucionando. Los cursos largos y estáticos rara vez mantienen la atención; los empleados esperan formatos más breves, interactivos e inmersivos. Para Vallourec, esto incluye combinar contenidos digitales independientes del dispositivo con oportunidades impulsadas por los compañeros, para integrar el aprendizaje en las rutinas diarias.
Para Véronique, las puntuaciones Net Promoter Scores (NPS) y la finalización de los cursos no son suficientes para medir el impacto. Como ella misma explica, «una puntuación NPS alta solo indica que alguien ha disfrutado del curso y lo recomendaría. No dice nada sobre la calidad».
En su lugar, Vallourec se centra en lograr cambios observables en el comportamiento. Para ello, exigen al proveedor o diseñador de la formación que describa las habilidades que se desarrollarán en cada módulo, de modo que los responsables y compañeros de los empleados puedan evaluarlas en la práctica tras el curso.
En el caso de la formación lingüística, el progreso se evalúa de forma objetiva según el Marco Común Europeo de Referencia (MCER), en el que se espera que los empleados avancen al menos un nivel de competencia. Las afirmaciones del MCER, como «esta persona ahora puede participar en reuniones internacionales» o «ahora puede redactar informes comerciales en inglés», vinculan los resultados directamente con el valor empresarial.
Para Véronique, crear una cultura de aprendizaje requiere estrategia y transparencia. El compromiso de los líderes es esencial, al igual que la claridad sobre si iniciativas como la formación lingüística se posicionan como un beneficio general para los empleados o como una inversión específica en talento seleccionado.
«Ten claro lo que quieres conseguir. ¿Consideras el inglés como un beneficio para tus empleados o como una inversión en ellos?».
Mientras tanto, el aprendizaje continuo tiene menos que ver con los programas que con la mentalidad. En un mundo volátil, marcado por la inteligencia artificial, la automatización, la geopolítica y las expectativas cambiantes de las diferentes generaciones, la curiosidad y la agilidad son las que permiten a las organizaciones adaptarse. Su mensaje final para los responsables de RR. HH. es sencillo: «sed curiosos».

Perspectivas de líderes mundiales en recursos humanos y formación y desarrollo
La perspectiva de Véronique es una de las muchas que se recogen en nuestro nuevo informe: El papel estratégico de la formación lingüística en todos los sectores. Basándose en entrevistas con altos directivos de RR. HH. y formación y desarrollo de todo el mundo, el informe explora cómo las organizaciones están utilizando la formación lingüística para cubrir las carencias de competencias, crear canteras de talento e impulsar el valor a largo plazo.
Lea y descargue el informe completo aquí.